En
esta vida existen cosas que no se pueden detener. Una de ellas es el avance
tecnológico. No importa el área donde se apliquen, éstas siempre están en
constante cambio. Por lo general, siempre hemos relacionado las innovaciones
como algo positivo para nuestra sociedad ya que brindan beneficios o
facilidades en ciertos aspecto o determinadas actividades.
No
obstante, ¿podemos estar completamente seguros de que todo lo que provenga de
las innovaciones tecnológicas siempre será positivo?
Ingresemos
específicamente al terreno de los negocios de impresión. Con el paso del
tiempo, si bien los servicios de impresión a blanco y negro o a color se han mantenido, la creación de nueva
tecnología ha permitido dar un salto de las impresiones convencionales a las de
tipo 3D. En muchas partes del mundo esto ha servido para expandir la mente a
cerca de las construcciones que se pueden elaborar.
Desde
el objeto más insignificante (juguetes, accesorios del hogar, entre otros)
hasta prototipos de prótesis para animales e incluso personas, las impresiones
en 3D están abriendo las posibilidades en el buen uso de la tecnología.
Diversos
expertos, que defienden este tipo de avances, han afirmado que, aunque todavía
no se ha llegado a desarrollar la tecnología para sustituir procesos de
fabricación completos, las impresiones en 3D están yendo por buen camino.
Sin
embargo, como pasa con cualquier otro tema, siempre hay un grupo de personas
que observa la situación desde una perspectiva diferente. Que sin duda alguna
es una posición valida. Por esto es que en este artículo analizaremos los
puntos negativos del boom de las impresiones en 3D teniendo en referencia lo
que tiempo atrás ya había mencionado Greg Beato, periodista de la revista
Reason.
Situándonos
en el contexto que ya había establecido Greg, imaginemos una época donde todos
los miembros de la sociedad tengamos acceso a las impresiones en 3D, es lógico
pensar que al inicio se utilizarán para un beneficio propio, pero llegará el
momento donde ese beneficio lo ampliemos con procesos de intercambio o incluso
la generación de un nuevo mercado de productos. Siendo esto último el fin del
comercio tradicional que traería muchas más complicaciones.
Si quisiéramos tomar como referencia otros escritos, podemos analizar
también lo hecho por Lyndsey Gilpen, colaboradora del portal TechRepublic, a
cerca del “lado oscuro” de las impresiones 3D.
- Consumo excesivo de energía
¿Sabemos
en realidad cuánta energía tenemos que reunir para poder moldear una figura en
3D? Pues déjame decirte que realizando este proceso consumimos de 50 a 100
veces más energía eléctrica que los métodos tradicionales por inyección, según
un estudio de la Universidad de Loughborough. ¿Necesitamos basar nuestra producción
en este tipo de procedimientos que prácticamente nos dan los mismos resultados,
pero con más uso de recursos?
- Daños a nuestra salud
Ya
ha quedado comprobado por el Instituto de Tecnología de Illinois, que mientras
se realiza el calentamiento de los plásticos (filamentos PLA), se emiten más de
20 mil millones de partículas ultrafinas y otros 200 millones de filamentos ABS
por minuto. Todos estos componentes resultan ser todo un riesgo para las
personas que sufren de enfermedades respiratorias ya que se instalan de
inmediato en los pulmones y también en el torrente sanguíneo causando muchos
problemas de salud.
- Más piratería
Sí,
este sistema le abre las puertas a que se amplíen las listas de mercados negros
con productos totalmente ilegales, pues si podemos crear cualquier tipo de
objeto ¿por qué no podrían ser productos de marcas reconocidas que bien
podríamos utilizarlas para nuestro día a día o también para ganar un dinero
extra? Esto sería muy parecido al caso en el que vive sumergido el Internet
donde se pueden realizar descargas ilegales de música o películas, zurrándose
en la cara de los derechos de autor.
- Creación de armas
Este
tema si es un poco más delicado y se debe analizar detalladamente. No es
ninguna novedad que se fabriquen armas con estos materiales, incluso muchas
empresas ocultas bajo las sombras las venden. Esto pone en un gran dilema tanto
a la población como los gobiernos porque incluso algunas no son detectadas,
haciéndolas mucho más peligrosas que los armamentos comunes y corrientes.
- Impresión de drogas
Si
en el punto anterior estuvimos hablando sobre la creación de armas ilegales, pensar
en la creación de drogas no es algo descabellado. Aunque es un camino muy largo
por recorrer, no es imposible. Puede llegar el momento en que se impriman
compuestos químicos que ampliaría la gama de creación de estupefacientes.
Existen muchos más puntos que ponen en tela de juicio la masificación
del uso de impresoras 3D, pues si bien los avances tecnológicos han servido
para mejorar la calidad de vida de muchas personas, no debemos cegarnos o
centrarnos en solo una perspectiva ya que puede que solo así evitemos problemas
futuros.
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