Estamos acostumbres a recibir a
la muerte como un acontecimiento trágico acompañado de lágrimas y lamentos
debido a la extinción del tiempo de permanencia en este mundo de una persona
que apreciamos. Sin embargo, en diversos países, son motivo de celebración
debido a que se asume como la transición del alma hacia un mundo perfecto.
La diversidad cultural nos
permite darnos cuenta que existen muchas formas en las que se aprecia esta
etapa de la vida. Por lo general, en nuestro país, estamos acostumbrados al
envío de flores o arreglos fúnebres
como muestra de respeto y apoyo a la familia por su pérdida. Pero, en otras
partes del mundo las muestras de aprecio o de respeto van más allá de lo que
nosotros consideraríamos “normal”.
En este artículo te daré a
conocer una serie de tradiciones y costumbres que de seguro te sorprenderán:
Las cenizas y la energía vital
Si bien la mayoría en este lado
del continente opta por enterrar a sus muertos, algunos prefieren la
incineración. No obstante, en la tribu de los Yanomami no solo creman a sus
caídos, sino que realizan una ceremonia especial donde ingieren sus cenizas
junto a otros alimentos. Esto, difícil de comprender para nosotros, tiene un
significado muy profundo. El ritual sagrado tiene como finalidad la
conservación de la energía vital del fallecido en el núcleo familiar.
Los muertos enfermos
En Indonesia, exactamente en el pueblo de los Toraja, una de sus más antiguas tradiciones es despedir a sus
muertos con una espléndida y lujosa celebración. Hasta este punto no existe
ningún problema. Pero, ¿qué pasa cuando la familia no tiene los medios para
realizar tan suntuosa festividad? Cuando no se tiene el dinero suficiente, el cuerpo
del fallecido es embalsamado y guardado en su propio hogar. Durante el tiempo que estos perduren en el
hogar no son considerados muertos como tal, sino como personas enfermas que
tienen que ser cuidadas y bien atendidas.
Los budistas y su entierro celestial
Puede que denominar a los
funerales tibetanos como “entierros celestiales” suene muy espiritual e
inspirador, sin embargo, el proceso es todo lo contrario a lo que el nombre
sugiere. En el Tíbet, las personas budistas practican el “jhator” que significa
“dar almas a las aves”, por lo que, una vez muerta la persona, se disecan
algunas partes de su cuerpo y se arrojan en la cima de una montaña donde las
aves de rapiña terminan consumiendo por completo. Según el ideal budista lo que
más importa es la espiritualidad del alma, por tanto, el cuerpo no es más que
un caparazón que debe ser devuelto a la naturaleza.
El baile de los muertos
En Madagascar, al mismo estilo
que el musical “Thriller”, los pobladores desentierran a sus muertos, los envuelven
con grandes paños y bailan con ellos cada 7 años. ¿Por qué lo hacen? Este
ritual funerario, conocido como la Famadihana, se celebra la descomposición de
los cuerpos y la transición de las almas al otro mundo. La descomposición del
cuerpo es prueba de que su ser querido ya pasó a mejor vida.
México y su costumbre de honrar a sus muertos
En el país charro, se tiene la
creencia que, en los dos primeros días de noviembre, las almas de sus difuntos
regresan del más allá. Ante este evento, los mexicanos preparan grandes
festividades donde preparan altares en sus hogares llenos de ofrendas como
comidas, bebidas y objetos favoritos de sus difuntos; también suelen dejar
juguetes y dulces si se trataban de niños. Esta festividad también se traslada
a los cementerios donde las tumbas también son adornadas con flores y ofrendas
del mismo tipo. Cabe recalcar que la noche del primero se recuerdan a los
niños, mientras que el 2 de noviembre a los adultos.
Como has podido observar la muerte es vista de
distintos modos en todo el mundo. Si bien, algunas de esas visiones suelen ser
muy extraña para nosotros, para ellos es la forma correcta de despedir y honrar
a sus seres queridos.
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