De todas las series y películas
de ciencia ficción ambientadas en épocas futuristas que he visto a lo largo de
mi vida, ninguna me llegó a impactar tanto como la de los supersónicos. Sí, esa
loca familia que vivía en el año 2062 rodeados de objetos alucinantes (para el
tiempo en que se transmitían) como autos voladores, robots ayudantes, relojes y
televisores inteligentes, etc.
Pero, a pesar de tantos inventos increíbles
que mostraban, lo que más captó de inmediato mi atención fue la forma cómo
cocinaban. Prácticamente lo único que hacían eran colocar una serie de códigos
en un monitor, esperaban unos cuantos segundos y listo; obtenían un exquisito
platillo. Siendo sinceros, en mi vida pensé que esto podría volverse realidad.
Sin embargo, el paso del tiempo me ha dado la contraria.
Las impresoras 3D desde que
salieron a luz, nos sorprendieron con la infinidad de áreas en las que han incursionado.
Siendo el mercado gastronómico, el más reciente. Aunque todo inició en la repostería,
ya podemos disfrutar de impresoras 3D que preparan comida rápida como pizas,
hamburguesas, sándwiches y alguna que otra entrada.
Entonces, ¿ya podemos preparar
cualquier tipo de comida que deseamos con tocar solo un botón? ¿hemos superado
a los supersónicos creando tecnología súper avanzada en poco tiempo? La respuesta
es un “no” rotundo.
La verdad, con respecto a la tecnología
súper avanza, es que no existe. Todavía no se ha desarrollado aquella que pueda
trabajar con distintos elementos comestibles (Con las justas podemos atinar a
conocer algunos prototipos). Siendo la causa principal la escasa investigación
debido a la falta de apoyo económico.
Lo que se ha logrado hasta el
momento (y sin fallar), es la impresión de ciertos platillos de la manera tradicional,
esto quiero decir una impresión por capas. Siendo este tipo de procedimientos
muy simples en el caso de que queramos combinar elementos para preparar una
salsa en particular, por ejemplo.
Incluso, si se puede dar este
tipo de procedimientos, se tendrían que combatir otros problemas relacionados
más al área de salubridad. Porque se tendrían que verificar que cumplan todas
las normas sobre seguridad alimentaria, entre otras cosas más.
A pesar de todas estas negativas,
todavía quedan esperanzas de que algún día podamos “cocinar” al estilo de los
supersónicos. Existen algunos proyectos como el de Edible Grouth, que tiene
como meta elaborar una base comestible (utilizando la impresión 3D) donde pueda
implantar una serie de semillas y esporas de hongos que puedan consumirse con
el paso del tiempo.
Otro proyecto que, si bien, no tiene como objetivo crear comida
como tal, es el de Impossible Foods. Esta compañía tiene en mente crear una
carne que suplante a la de los animales en la dieta humana (con todos sus
valores nutricionales), utilizando tecnología 3D.
A diferencia de otros campos como la medicina,
el automovilismo, la aeronáutica, entre otros más (que se han llegado a
observar grandes avances); la gastronomía se ha ido estancando poco a poco. Aunque,
muchas personas (yo incluido), todavía no pierden las esperanzas de que algún
día podremos “cocina” apretando un par de botones.
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