No
hay nada más sagrado que dormir a gusto. Pero, ¿sabías qué la calidad del sueño
se relaciona con diversos factores? Entre ellos los elementos presentes en
nuestra cama. Por este motivo, debemos elegir almohadas, cubrecamas y sábanas
adecuadas, que faciliten un buen descanso y se adapten a los movimientos que
realizamos mientras dormimos.
A
la hora de comprar ropa de cama, solemos considerar factores como el largo y
ancho, la tela utilizada para su fabricación, los colores y diseños, precio,
pero no prestamos atención a los hilos de la sábana, porque desconocemos su relevancia
en la calidad del producto. ¿Estoy
en lo correcto?
Si
tienes algunas dudas respecto de cómo elegir las sábanas, qué significan los
números asociados a los hilos y en qué influye en la ropa de cama, a
continuación podrás aclarar tus interrogantes:
¿En qué consiste la
medición de los hilos de la sábana?
Contar
los hilos tiene que ver con cuántos de ellos pueden ser encontrados en una
pulgada cuadrada de tela (6.45 cm²). En palabras simples, este concepto se
asocia a la medición de hilos horizontales y verticales presentes en el género.
A mayor cantidad de
hilos, ¿mejor calidad?
Algunas
marcas y distribuidores de ropa de cama aseguran que la cantidad de hilos es
determinante en una sábana y que mientras los números sean altos, el producto
será mejor. De ese modo suele justificarse el elevado costo por aquellas que,
en teoría, son de calidad superior.
En
el presente, quienes piensan que un número mayor de hilos se asocia a una mejor
calidad textil, está equivocado. Esta cifra sirve para medir el grosor y su
densidad, el tipo de tela utilizado y el proceso de tejido al cual fue sometido.
Ten en cuenta que una sábana con demasiados hilos puede resultar incómoda, ya
que su densidad aumenta y en algunos casos se siente pesado o desagradable al
tacto.
¿Qué cantidad de
hilos es recomendable?
En
promedio, una sábana estándar posee 120 hilos (60 verticales y 60 horizontales)
y aunque algunas pueden llegar a contener más de 1000 por pulgada cuadrada, se
recomienda elegir aquellas que tengan entre 180 y 420. La primera cifra es –
según los expertos – la que mayor rendimiento ofrece, ya que se adapta mejor a
los colchones sin otorgar demasiada rigidez. Además, se encoge menos en el
proceso de lavado. Por el contrario, aquellas que superen los 500 son rígidas y
algo ásperas. Por lo tanto la fórmula es: a mayor cantidad de hilos la sábana
será más pesada, aunque tampoco se recomienda optar por las que tienen una
cantidad menor a 100.
Recuerda,
que los hilos de la sábana son un aspecto que se debe considerar siempre a la
hora de comprarlas. Sin embargo, no son determinantes en cuanto a calidad, sino
que se relacionan con la comodidad y las preferencias de cada persona. Por eso,
la mejor forma de escogerlas es siempre probar el roce con la piel: es el mejor
indicativo de cuánta comodidad brindarán a quien las utilice.
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