Ningún organismo vivo puede mantenerse cuerdo durante mucho tiempo en unas condiciones de realidad absoluta; incluso las alondras y las chicharras, suponen algunos, sueñan.
Desde la primera frase, la serie desliza uno de los cuestionamientos centrales de la serie: los sueños. The Haunting of Hill House es la nueva joya de las series de terror; así describen innumerables artículos web a esta serie. No lo contradigo, pero Hill House es mucho más que solo terror psicológico y el drama existencial de sus personajes, que, según algunas teorías de los fans, representan las etapas del duelo. La maldición de Hill House (The Hauting House) trata también dos aspectos que, en mi opinión personal y quizá para los aficionados a la ciencia ficción, son lo más interesante de la misma: Los sueños y la superposición del tiempo (pasado, presente y futuro).
Alerta de spoiler: Si aún no has visto la serie en su totalidad, cierra este post y guárdalo para cuando culmines de ver la serie.
El cuestionamiento de la diferencia entre lo real y los sueños
“Es hora de que despiertes”, es la frase que pronuncia Olivia cuando induce a su hija Nel al
suicidio. Este es el indicio más claro con el que por fin se entienden
claramente las acciones y el dilema que vive Olivia desde que empezó su estadía
en Hill House: No sabe cuándo se encuentra despierta o cuando se trata de un
sueño, llegando a invertirlos.
La confusión que presenta Olivia se debe a dos factores. El primero,
dado que toda su vida pudo ver entes sobrenaturales, llega un punto en que la
presencia de los mismos le resulta tan real como los miembros de su familia. Y
a su vez la realidad se vuelve tan tormentosa por la presencia de los espíritus
que observa que cree que se trata de una pesadilla. Otro ejemplo de la
normalización de entes sobrenaturales lo vive Steve, quien sin saberlo observó
el espíritu del relojero sin cuestionarse siquiera la humanidad de este.
El segundo factor que contribuye a que Olivia pierda la capacidad de
diferenciar lo real de los sueños lo provoca el constante mensaje que Hugh, su
esposo, le repite a ella y a sus hijos a lo largo de los flashbacks: “No es
real, son solo sueños” “Los sueños son como el agua que corre y se desvanece
entre las manos”.
Olivia internaliza tanto ese mensaje que llega a creer profundamente que
aquellos fenómenos sobrenaturales que observa en la vida real, eran solo
“sueños despierta”. Esto también es similar al implante de idea que realiza Dom
Cobb a su esposa con el
fin de salir del sueño lúcido en el que estaban atrapados, en la película El
Origen.
Esta duda entre lo que es real y el ansia por “despertar”, es similar al
que vemos en El Origen de Christopher Nolan. En ambas, la puerta hacia el
despertar es la muerte, el suicidio. Otro ejemplo de este cuestionamiento se
dio en la película Matrix.
La teoría de superposición de los tiempos: pasado, presente y futuro
“Estoy desperdigada en tantos pedazos, regados por tu vida, como nieve recién caída”“Ahora todo está claro, todo estaba fuera de orden. El tiempo digo, siempre que pensé el tiempo era una línea que los momentos eran como piezas de dominó que caen una sobre la otra. Una y otra vez, pasaban días, tumbados una encima de la otra, en una línea larga entre el principio y el final. Pero me equivoqué. No es nada parecido. Los momentos caen a nuestro alrededor como la lluvia, o la nieve o el confeti”.
Son las palabras que menciona Nel en el capítulo final, dando a entender
que el tiempo: pasado, presente y futuro están todos juntos en todo momento.
Con lo que se explica la presencia de su yo del futuro(espíritu) antes su yo de
niña. O cuando Olivia
Lo que dice Nel, es en esencia la teoría conocida como “El Universo
Bloque”. Esta teoría es parte de la mecánica cuántica y plantea que el pasado,
presente y futuro como lo conocemos existen todos al mismo tiempo, en
superposición como si se tratara de una capa sobre otra. Un todo compuesto por todas sus temporalidades está disperso y
superpuesto. Lo que fuiste, lo que eres y lo que podrás ser conviven en el mismo espacio y tiempo solo que no podemos percibirlo, en esta teoría el tiempo no es lineal, como lo conocemos, sino superpuesto.
Una coincidencia curiosa es que el nombre del esposo de Olivia es Hugh
Crain. Quizás intencionalmente o de pura casualidad Hugh es también el nombre
del propulsor de la teoría de universos superpuestos: Hugh Everett.
Uno de sus planteamientos también fue que esa coexistencia de
posibilidades existe en universos paralelos, por lo que no la podemos percibir.
En el experimento mental del “Gato de Schrödinger”, que trata de un gato
encerrado en una caja con una granada donde solo hay dos posibilidades: el gato
no explota o el gato explota. Y cada resultado depende de cómo lo mire el
observador, ya que ambas posibilidades están ahí, existen, pero solo cuando el
observador abra la caja obligará a la naturaleza a escoger una de esas dos
opciones. Ante este experimento mental, Hugh llegó a la siguiente conclusión:
En la interpretación de los «muchos mundos» («many-worlds»), formulada por Hugh Everett en 1957, el proceso de medida supone una ramificación en la evolución temporal de la función de onda. El gato está vivo y muerto a la vez pero en ramas diferentes del universo: ambas son reales, pero incapaces de interactuar entre sí debido a la decoherencia cuántica. Fuente: Wikipedia
Si bien Hill House, de por sí no es una historia de ciencia ficción,
sino que posee elementos del género de fantasía ya que involucra elementos
fantásticos. En la vida real el argumento de superposición de tiempos podría, y
ha sido, el argumento central de otras series ya que se apoya en teorías,
hipótesis de índole científicas. Una serie, netamente de ciencia ficción, que
habla de la superposición de tiempos es 12 Monkeys en la adaptación de Si-Fi.
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